El delantero camerunés es el alumno aventajado de la Fundación de Samuel y un '9' puro como él y sus dos referentes, Ronaldo y Rooney.
Tímido fuera del campo, con el balón se transforma en un goleador insaciable: el domingo se estrenó con el filial en presencia de sus padres.
También lo han comparado con Lionel Messi y le han puesto algunos "Messi negro".
Dice Sergi Roberto que Jean Marie Dongou (Mbanga -Camerún-, 20 de abril de 1995) es tímido. Cuenta que 'Juan', como le llaman de forma cariñosa sus compañeros, no sabía donde esconderse el domingo cuando al acabar el partido fue recibido en el vestuario del Barça B en el Mini con una ovación.
Cuesta creer que el camerunés sea tan apocado viendo cómo reaccionó tras marcar el 2-1 ante el Alcoyano al primer toque en todos los sentidos: sin pararla y en el primer balón que tocó. Explotó de alegría con los ojos abiertos como platos, los brazos extendidos y el gol dibujado en sus labios. Dejó atrás en su carrera a Kiko Femenía, que le había dado la asistencia, y se lanzó a los brazos de Deulofeu, recién sustituido. Cosas de la edad. Gerard acaba de cumplir 18 y Dongou tiene 16. El pasado agosto, con 15, ya hizo historia debutando con el primer equipo en la final de la Copa Catalunya ante el Espanyol.
Todavía se entiende más su felicidad teniendo en cuenta que sus padres, que habían viajado desde Camerún para visitarle estos días, se encontraban en la grada. Viajan a Barcelona una vez al año y en esta ocasión les ha tocado la lotería. Ahora ya saben que valió la pena la aventura que emprendió en 2008, con 14 años, al amparo de la Fundación Eto'o, dejando también en su país a sus cuatro hermanas. Jean Marie es el mejor alumno de Samuel, un '9' puro como él y como sus dos referencias futbolísticas: primero Ronaldo y ahora Rooney.
"La roca", como le define Kiko Femenía "por su fuerza espectacular", lleva 21 goles en el Juvenil A de Òscar Garcia y uno en el filial de Eusebio, quien destaca que es "un jugador de área con físico poderoso, buena técnica e inteligencia táctica. Se mueve con sentido y define muy bien. Tiene unas características distintas a todo lo que había visto hasta ahora en el club. Estamos ante un gran goleador, pero es muy joven y debemos ser cautos". Dongou es un enfermo del fútbol: en La Masia se pasa todas las noches viendo partidos.
Por su juventud, el club no le deja hablar con los medios de comunicación. Y es una pena porque es un ejemplo de integración: explica su fútbol en catalán.
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