El Manchester United cumplió hoy ante el Sunderland y se impuso por 0-1 en la última jornada de la liga inglesa, un resultado insuficiente para proclamarse campeón por la victoria del Manchester City frente al QPR (3-2) en el último suspiro.
Con el resultado de esta tarde, los "diablos rojos" lograron empatar a puntos al frente la tabla con sus vecinos "citizens", pero la diferencia de goles favorable a los de Roberto Mancini impidió al escocés Alex Ferguson alzarse con su Premier número trece, que habría sido la vigésima liga en las vitrinas del club.
El ingles Wayne Rooney adelantó a los suyos en el minuto 20 de la primera parte, un resultado que los de Ferguson supieron mantener con comodidad el resto del encuentro, pero que no fue suficiente para darle la vuelta a la liga.
Los "diablos rojos", con su equipación azul marino, saltaron al césped con aparente tranquilidad a pesar de la trascendencia del choque y dominaron el juego desde los primeros minutos en la zona del medio campo, sin prisas por alcanzar la meta del portero del Sunderland, el belga Simon Mignolet.
Los veteranos Ryan Giggs, de 38 años, y Paul Scholes, de 37, se esforzaban por hallar espacios en la defensa del Sunderland y abrir el juego para tratar de superar la última línea de los locales, que esta tarde no se jugaban nada en el Estadio de la Luz.
En el minuto 17, el inglés Phil Jones dio el primer aviso con un remate de cabeza que salió desviado rozando el larguero y, en el 19, Wayne Rooney volvió a demostrar que está este curso en estado de gracia y envió el balón a la red de un testarazo desde el segundo palo.
Desde la banda derecha, Jones intuyó el movimiento de su compañero y envió un balón largo con efecto que, tras superar a los defensores del Sunderland, fue a parar al punto preciso al que llegaba Rooney, dispuesto a marcar su tanto número 27 en la Premier 2011-12.
En ese momento, ante el empate a cero que reinaba en el Etihad Stadium entre el Manchester City y el QPR, los "diablos rojos" eran campeones de liga, lo que no impedía que los de Ferguson batallaran por aumentar su ventaja.
Giggs retó en el 27 a Mingolet con un disparo seco que el belga rechazó con los puños, mientras que Rooney, tres goles por detrás del holandés Robin Van Persie en la lista de máximos artilleros, continuaba buscando sus opciones.
Al filo de la media hora de juego, con el United como único dueño del partido, el internacional inglés estrelló un balón al larguero que podría haber significado el segundo gol.
A pesar del marcador favorable y de su dominio del partido, el camino hacia el vestuario en el descanso resultó agridulce para los de Ferguson: el City ganaba en su estadio con un gol del argentino Pablo Zabaleta, un resultado que situaba a los de Roberto Mancini como campeones de la Premier.
Ante la imposibilidad de ser campeones por activa, los "diablos rojos" apostaron todas sus fichas a serlo por pasiva, y retrasaron sus líneas para defender la mínima ventaja que habían cosechado, confiados en que un eventual contragolpe liderado por Rooney podría sumar algún otro tanto al marcador.
La táctica de Ferguson se revelaba como viable a los pocos minutos del segundo tiempo, cuando un gol del QPR, obra del francés Djibril Cisse, en el Etihad Stadium, devolvió el liderato provisional al United, y se antojó todavía más acertada ante el segundo gol del Queens Park, del escocés Jamie Mackie.
Con el reloj corriendo a su favor, los "diablos rojos" solo tenían que mantener el marcador para alcanzar su vigésima liga inglesa, y los de Ferguson no fallaron en su cometido: con tranquilidad, dejaron transcurrir los minutos hasta que el pitido final del árbitro.
Lo que no esperaban, sin embargo, era el giro espectacular que depararía el encuentro en el Etihad, donde el bosnio Edin Dzeko y el argentino Sergio "Kun" Agüero le dieron la vuelta a la liga en el tiempo de descuento y dejaron a los "diablos rojos" desconsolados.
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