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Barca Perdio y es Noticia




Una magnífica Real Sociedad aprovechó la enésima caraja del Barça en Anoeta, donde los azulgrana volvieron a dejarse remontar un 0-2, para acabar perdiendo su primer partido de Liga por 3-2 con todo merecimiento. Fiel a las costumbres comerciales, el Barça se ha apuntado a las rebajas de enero con entusiasmo. El resultado penaliza la mala semana del equipo blaugrana, en la que las actuaciones de Alexis en Copa y Víctor Valdés en los despachos han desenfocado a un equipo que ofreció unas lagunas en el juego preocupantes. Pero más allá de las ausencias de determinados futbolistas del Barça, hay que reconocer el majestuoso partido de la Real de Montanier.

Lo mejor de la Real no fue su planteamiento, ni su efectividad. Fue la fe con la afrontaron el partido. Existen muy pocos equipos que con un 0-2 en contra no cambien su manera de jugar ni bajen los brazos ante Messi y compañía. La Real Sociedad salió a por el partido desde el primer minuto y no variaron su esquema en ningún momento. La pena, para los barcelonistas, está en que el Barça, una vez más, no supo leer el encuentro de Anoeta. De hecho, el Barcelona entendió de que iba el partido cuando se quedó con uno menos y el marcador señalaba el empate a dos. Fue entonces cuando el Barça controló el partido, a excepción de la última jugada, cuando de nuevo Mascherano demostró que lleva una temporada lamentable y le puso la alfombra a Agirretxe para que sentenciara el duelo.

El Barça sacó a su hipotético equipo de gala en Anoeta en busca de una intimidación al rival que tardó 24 minutos en hacerse patente tras los goles de Messi y Pedro. Pero la Real, no se dejó acobardar. Siguió jugando de la misma forma. Algo que el Barça no hizo. A nivel individual, las deserciones del Barça fueron notables. Alves, feliz con su asistencia de gol, fue un coladero; Piqué se desconectó del partido, Pedro desapareció y en el banquillo volvió a faltar cintura. Y Mascherano, cuando salió, fue un lastre. De hecho, en la segunda parte, tras el empate de la Real, el Barça cambió su filosofía de juego y se traicionó. Pasó de ir a por el partido a esconder la pelota y firmar el empate a dos. Y cuando eso pasa, estás a merced de que el otro equipo te acepte el pacto. La Real no lo aceptó. Los de Montanier nunca dieron por buena la igualada. Fueron a por el triunfo con cambios valientes y en busca de los tres puntos. Y en ese escenario, si tu defensa no tiene el cuajo necesario, y a día de hoy no lo tiene y la dudas empiezan por un portero que ha dicho que se marcha, siguen por un lateral que no lee los partidos,continúan con un central que se desconectó y culminan con un centrocampista que pone mala cara cuando le cambian sin haberascado bola, pues la invitación al revolcón es palmaria.

Dejando aparte los primeros 25 minutos, la Real fue mejor que el Barcelona. Remató más, jugó mejor y tuvo más coraje que los barcelonistas. Además, el salvavidas Messi no compareció en los momentos complicados. El día que el Barça se traicionó y apostó por el empate, que fue de rebajas, se llevó el castigo que se merecía

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