BUENOS AIRES (EFE) -- Tigre se llevó un susto al verse perdedor en el primer tiempo, pero remontó en el segundo con sendos zarpazos de Gabriel Peñalba y Leandro Leguizamón para sacar en casa, en suelo argentino, los primeros tres puntos de la eliminatoria de primera fase de la Copa Libertadores a expensas del Deportivo Anzoátegui de Venezuela.
El equipo visitante se fue en ventaja a los 37 minutos con un tanto de Jeremías Caggiano.
El decisivo partido de vuelta, que se jugará este martes definirá el cuarto equipo del Grupo 2 que ya integran el Palmeiras brasileño, el Libertad paraguayo y el Sporting Cristal peruano.
En el primer tiempo, el equipo argentino, que debutaba hoy con 110 años de historia en el más antiguo torneo continental de clubes, salió con el acelerador a fondo pero poca lucidez colectiva para vulnerar el arco rival.
Ni el paraguayo Federico Santander ni el argentino Ezequiel 'Lechuga' Maggiolo lograron vulnerar a una defensa rocosa, que sorprendió con salidas rápidas de contragolpe en busca del único puntero definido: Jeremías Caggiano.
Tigre, que el 12 de diciembre pasado perdió con escándalo la final de la Copa Sudamericana con el Sao Paulo, fue perdiendo gas ante la falta de opciones claras.
Por contra, el campeón del pasado Torneo Apertura venezolano y de la Copa Venezuela, fue ganando espacio y llegando con más frecuencia al arco de Javier García.
El premio llegó a los 37 minutos cuando Caggiano, el único delantero, recibió un pase de Rolando Escobar y resolvió con remate potente al primer palo de García.
A partir de ese momento, los de Juvencio Betancourt buscaron mantener el balón lejos de su arco y cortar los circuitos ofensivos del equipo felino.
En el segundo tiempo, Tigre se volcó sobre la portería de José Morales. Las cosas comenzaron a volver a la normalidad para la formación local cuando a los 65 minutos se aprovechó de un remate cruzado que dejó mal parada a la defensa.
Y el alma volvió cuerpo de los hinchas de Tigre diez minutos después con un tiro libre ejecutado por Rubén Botta que pegó en el cuerpo del recién ingresado Leandro Leguizamón. El cambio de trayectoria del balón despistó al arquero Leonardo Morales y estableció la remontada.
Luis Botta, en una gran jugada individual, tuvo la oportunidad de aumentar la ventaja del equipo dirigido por Néstor Gorosito pero una gran reacción de Morales evitó una nueva caída del arco venezolano.
Este partido de ida de la fase previa de la Copa Libertadores se jugó en el estadio José Dellagiovanna, en las afueras de Buenos Aires, ante más de 27.000 espectadores
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