Los pupilos de Blanc lograron su primera victoria en la Eurocopa de Polonia y Ucrania en un duelo que se tuvo que suspender durante una hora por una increíble tromba de agua que cayó en el inicio programado.
Con los tres puntos, Francia evita problemas de cara a una última jornada en la que dependerá de sí misma para alcanzar los cuartos de final. Sin embargo, y a falta del duelo entre ingleses y suecos, los cuatro equipos pueden llegar con opciones al tercer partido.
El conjunto francés, con el objetivo de recuperar las buenas sensaciones con la que llegó a la Eurocopa, disputó una buena primera parte, algo pausada por momentos, en la que solo faltó el gol. Tras el parón por la lluvia, Benzema tardó una par de minutos en buscar la portería rival. El madridista, muy activo, rondó el gol en los primeros instantes.
Por su parte, Ucrania dejó la iniciativa a su rival y esperó sus ocasiones al contragolpe. Sin embargo, el combinado dirigido por Blanc no dejó huecos ni rifó balones, evitando cualquier salida con rapidez y peligro de los ucranianos.
El partido se rompió en la segunda parte y las defensas dejaron de ser efectivas, algo que perjudicó más a los amarillos. Y es que Francia dio alas a Ucrania para después cortárselas. Los de Oleh Blokhin se vinieron arriba viendo los huecos que en la primera parte no había en la sólida zaga gala. Francia, con más velocidad arriba, buscó el gol con más insistencia, al igual que la estrella local del Dynamo de Kiev, que rozó la escuadra en el minuto 49.
Con el duelo roto, Francia mató el partido en apenas tres minutos haciendo gala de su mayor calidad. Con el madridista Benzema en el papel de doble asistente, primero Ménez abrió el marcador tras recortar con brillantez dentro del área, en el minuto 53, y, después, Cabaye definió con éxito tras quedarse solo ante el portero Pyatov. Los goles fueron una losa encima de Ucrania que no pudo levantar.
Con los tres puntos, Francia evita problemas de cara a una última jornada en la que dependerá de sí misma para alcanzar los cuartos de final. Sin embargo, y a falta del duelo entre ingleses y suecos, los cuatro equipos pueden llegar con opciones al tercer partido.
El conjunto francés, con el objetivo de recuperar las buenas sensaciones con la que llegó a la Eurocopa, disputó una buena primera parte, algo pausada por momentos, en la que solo faltó el gol. Tras el parón por la lluvia, Benzema tardó una par de minutos en buscar la portería rival. El madridista, muy activo, rondó el gol en los primeros instantes.
Por su parte, Ucrania dejó la iniciativa a su rival y esperó sus ocasiones al contragolpe. Sin embargo, el combinado dirigido por Blanc no dejó huecos ni rifó balones, evitando cualquier salida con rapidez y peligro de los ucranianos.
El partido se rompió en la segunda parte y las defensas dejaron de ser efectivas, algo que perjudicó más a los amarillos. Y es que Francia dio alas a Ucrania para después cortárselas. Los de Oleh Blokhin se vinieron arriba viendo los huecos que en la primera parte no había en la sólida zaga gala. Francia, con más velocidad arriba, buscó el gol con más insistencia, al igual que la estrella local del Dynamo de Kiev, que rozó la escuadra en el minuto 49.
Con el duelo roto, Francia mató el partido en apenas tres minutos haciendo gala de su mayor calidad. Con el madridista Benzema en el papel de doble asistente, primero Ménez abrió el marcador tras recortar con brillantez dentro del área, en el minuto 53, y, después, Cabaye definió con éxito tras quedarse solo ante el portero Pyatov. Los goles fueron una losa encima de Ucrania que no pudo levantar.
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